VISITA A LA FÁBRICA DE HOLBEIN + COLABORACIÓN EN EL SET DE PINTURA ACRYLIC GOUACHE POR REBECCA GREEN

 

Por Rebecca Green

Este año pasado, colaboré con la empresa japonesa de suministros de arte, Holbein, en una colección de 12 colores de mis pinturas acrílicas gouache favoritas. Además de seleccionar la paleta, también creé la ilustración del estuche y trabajé con el equipo de diseño en Japón para crear el embalaje.

El estuche acaba de salir al mercado y, para celebrarlo, en este post te llevo a conocer la fábrica de Holbein en Osaka y a profundizar en el proceso de ilustración del estuche. ¿Preparados? ¿Preparados de verdad?. Bien, ¡entremos en materia!.

Llevo pintando con témpera acrílica Holbein desde aproximadamente 2014. Aunque trabajo con una gran variedad de medios, lo que más me gusta del gouache acrílico es que puedes conseguir muchos aspectos y texturas diferentes con él, por no mencionar que se seca por completo y rápidamente, por lo que es posible trabajar con muchas capas.

En 2018, mi marido Matt y yo nos mudamos a Osaka, donde él aceptó un puesto de profesor de inglés. No tenía ni idea de que mi pintura favorita se hacía en la misma ciudad a la que nos mudamos, así que puedes imaginar que estaba más que mareada al tropezar con la fábrica mientras buscaba tutoriales. Les envié un correo electrónico de inmediato. Tenía que ver este lugar. Para poder hacer una visita, tenía que tener al menos un grupo de cinco personas. Me puse en contacto con mi amiga Chihiro Takeuchi, ilustradora y autora de gran talento, para ver si quería acompañarme. Ella se puso en contacto con la encantadora gente de Kawachi, una tienda de artículos de arte con sede en Osaka, y fuimos un grupo de unas ocho personas. Me sentí como una niña en una tienda de caramelos.

La visita a la fábrica de Holbein.

No estoy segura de cómo esperaba que fuera una fábrica de pintura, ¿tal vez un gran almacén cargado de máquinas?. Aunque había muchas máquinas, también había muchas personas agradables haciendo el trabajo a mano, grandes cajas de botellas antiguas de aspecto mágico, impresionantes ordenadores y equipos de pruebas de color, y científicos trabajando en sus mesas.

Empezamos en un aula para conocer la historia de la empresa, el proceso de fabricación de la pintura y los detalles del material de productos como la acuarela, la témpera y el acrílico. Fue genial, me sentí como una estudiante en la clase de ciencias de nuevo. A continuación, te muestro un folleto sobre el proceso de fabricación de la pintura.

También nos mostraron ejemplos de diferentes aceites, aglutinantes y pigmentos. Algunos son sintéticos mientras que otros son orgánicos.

Llegó el momento de entrar en la fábrica donde se hace la pintura. No puedo decir que pueda guiarte por completo a través del proceso, pero había mucho que verter, mezclar y moler.

En las fotos de abajo, el aglutinante se está añadiendo al pigmento.

Los rodillos de la máquina muelen la pintura hasta la viscosidad perfecta.

Aquí hay otros pequeños detalles que me enamoraron…

Visitamos la zona donde se rellena la pintura en los tubos. Una parte del trabajo se hace a mano y otra a máquina. A la izquierda, dos empleados de Holbein llenando juegos de tubos. A la derecha, una máquina que engarza los extremos de los tubos.

¿Puedes adivinar qué está cortando el empleado de la siguiente foto?. Nos pareció que era goma o regaliz negro.

¡Es acuarela para rellenar los godets!. 

Ahora era el momento de pasar a la zona de pruebas. Grandes estantes con todo tipo de colores y elixires.

La placa de vidrio de abajo se llama Hoover Muller. Permite mezclar rápidamente el pigmento y el aglutinante para realizar pruebas de color en pequeños lotes y así comprobar la calidad del pigmento.

Y, por supuesto, algunas pequeñas muestras de color sólo para divertirse. Verás que uno de mis tonos favoritos es el azul bígaro/azul marino. Había un montón de áreas para probar los colores, los ordenadores para la exactitud de la ciencia y más. En Holbein realizan muchas calibraciones y cálculos para obtener la mejor calidad.

Por último, al final del recorrido, todos hicimos nuestra propia acuarela con aglutinante y pigmento. Sinceramente, elogio a cualquiera que haga esto de forma habitual: ¡fue un entrenamiento!.

Si pudiera volver a la fábrica lo haría sin dudarlo, todos fueron muy amables.

Muchas gracias a Holbein y a los demás acompañantes que fueron a la visita. Fue muy bonito ver el proceso al otro lado de mis tubos de pintura. Si vas a visitar Osaka en el futuro, puedes preguntar por una visita guiada a la fábrica, o visitar la galería y la sala de exposiciones.

CAJA DE 12 COLORES DE ACRYLIC GOUACHE

¿Cómo surgió la caja?.

Durante la visita a la fábrica, conecté con Seriguchi San, un amable asociado de Holbein que me explicó el proceso en inglés. Fue increíblemente útil. Después de la visita, mantuvimos el contacto y me preguntó si estaba dispuesta a colaborar en un set de pinturas. Era la primera vez que colaboraban con un artista de fuera de Asia. Por supuesto, le dije que sí. La idea de ver mi obra en una caja de pinturas me había dejado boquiabierta, pero poder elegir los colores … ni siquiera podía imaginarlo.

Primero tuve que decidir la paleta. Hay 102 colores de Gouache Acrílico así que fue difícil elegir sólo 12. Sabía que la caja incluiría mi propia paleta, por así decirlo, pero mi paleta cambia y, normalmente, sólo utilizo 4 ó 5 colores a la vez, por lo que era difícil escoger. También quería que el set sirviera tanto para principiantes como para pintores experimentados. Así que fui a la sala de exposiciones de Holbein en Osaka y me dejaron probar todos los colores posibles.

En una última prueba, quería que se reflejara mi trabajo, así que elegí una gama de primarios que uso a menudo. También intenté evitar los colores que pudieran recrearse fácilmente; por ejemplo, me encanta el amarillo de Nápoles, pero por mucho que lo use, puedo crear un amarillo más claro con blanco/amarillo/otros tintes, etc. Una vez que tuve clara la gama de colores, me puse en contacto con un par de artistas que sabía que trabajaban con témpera acrílica para ver qué colores me recomendaban.  (¡Gracias Flora Waycott y Joe Anderson!)

Estos son los colores que elegí: bermellón, rojo coral, mostaza, verde esmeralda, verde savia, aguamarina pálida, azul esmeralda, amarillo ceniza, azul ceniza, siena quemado, sepia y dorado (para pequeños detalles y adornos).

Con estos colores se pueden hacer una gran variedad de combinaciones. Algunos los utilizo directamente del tubo (azul ceniza o rojo coral) y otros los utilizo más para matizar, como el amarillo ceniza. Ya sabéis que me gusta que mis trabajos parezcan un poco viejos y desgastados: añadir amarillo ceniza a casi cualquier color resalta el envejecimiento.

El bermellón es uno de mis favoritos, me encanta añadirle toques brillantes. El verde esmeralda es un color que me gusta mucho últimamente, y me encanta matizarlo con rojo coral o amarillo ceniza. No utilizo muchos marrones en mis paletas, pero sí utilizo a menudo el sepia y también el siena tostado. De hecho, uso el sepia para mis negros muchas veces si quiero que toda la paleta parezca cálida. El juego de pintura debería tener un negro primario adicional y un blanco de titanio, aunque supuse que la mayoría de la gente los tenía.

El prospecto de la caja ofrece un par de ejemplos de opciones de paletas de colores limitadas dentro del juego.

A continuación, llegó el momento de diseñar la ilustración de la caja.

Estos fueron los primeros estudios. Quería fusionar los animales con la comida y la celebración (no es ninguna sorpresa en mi trabajo), pero también combinar mi amor por Japón y por mi estado natal, Michigan.

Al principio, me centré bastante en el diseño y el formato de la caja. Luego encontré este pequeño querubín de la derecha y decidí jugar más en esta dirección. ¡Me encantó!. Decidí seguir este hilo y jugar, dibujando personajes y comida al azar…

Después de explorar un poco, me decidí por tres animales, todos ellos sosteniendo un plato de comida en señal de celebración, casi como un desfile. También jugué con la vegetación (que verás a la derecha). Por supuesto, tenía que representar una especie de flor de cerezo, ya que son veneradas en Japón, pero también añadí otra que me es muy querida: el trébol blanco. El trébol blanco cubría el suelo alrededor de mi casa y de mi escuela cuando crecía en Michigan, y también lo veía por todas partes en el parque que había junto a nuestro apartamento en Japón (a lo largo del río Yodogawa.) 

Utilicé la plantilla de diseño de Holbein y elaboré una maqueta/esquema. Lo aprobaron y se alegraron de seguir adelante.

A continuación, llegó el momento de realizar un pequeño estudio de pintura. No lo planifiqué demasiado, sólo empecé a pintar para ver qué pasaba. Me encantó la luna rosa de otoño, y decidí que tenía que formar parte de la imagen final.

Me sentía segura de pasar a la final, pero tenía que diseñar las líneas exactas. La caja tiene un tamaño muy específico y todo tenía que estar bien diseñado (verás que en la caja hay mucho texto). Abajo hay otro estudio, tratando de juntar todos los personajes. El del medio cambiaba constantemente.

Abajo estaba la primera versión del trabajo de línea. ¡Lo dibujé bastante grande para conservar los detalles. Es una pena que la figura del medio no llegara a la final porque está sosteniendo un tazón de sopa zenzai. Decidí llamar al cuadro EL FESTÍN DE LA LUNA DE TRÉBOL, que no es un término astronómico real, sino uno que me inventé.

(Nota técnica: a menudo me preguntan por qué dibujo los cuadros con lápices de colores cálidos (rosas y rojos). El dibujo se cubre con pintura opaca, pero aunque se vea un poco, una línea cálida es agradable, no destaca como una línea negra/azul en mis cuadros. Además, el lápiz de color no se mancha como el grafito).

Una vez hecho el trabajo de línea, quise probar algunas opciones de paleta.  Escaneé el dibujo y lo imprimí en mi oficina. Al principio intenté utilizar los 12 colores en el cuadro, pero era demasiado abrumador. Sin embargo, como puedes ver a continuación, ¡sólo 12 colores pueden dar un gran cambio atmosférico o emocional a una paleta!.

Decidí optar por un fondo más oscuro para que la luna pudiera sobresalir realmente.  He colocado el cielo y luego he empezado con el suelo. Esto es todo lo que tengo de esta versión, ya que todos sabemos que no terminó aquí: ¡tenemos una versión totalmente diferente en el diseño final!. Pinté mucho más, pero no estaba contenta porque: A) estaba muy recargado y B) sabía que perdería todo ese detalle cuando lo redujera (por eso siempre pinto todo a tamaño).

¡De vuelta a la mesa de dibujo!. Hice la ilustración final del tamaño de la caja y rehice los personajes. No tengo una tonelada de imágenes de proceso para el final por extraño que parezca. ¡Cuando llego a este punto, estoy lista para terminar la pintura y estoy enfocada en el trabajo!. ¡No puedo parar para tomar demasiadas fotografías!.

¡Y el resto es historia de la producción!. Escanear, trabajar con el equipo de diseño, con Seriguchi-San y el equipo de Tokio, muchas aprobaciones, decisiones sobre el texto en inglés, todo el trabajo duro del equipo de Osaka, el envío, etc. Y ¡voilá! Tengo en mis manos la caja definitiva de mi propio set de pintura.

Siento que hay mil cosas más que contar. Nuevos libros que van a salir, otros que van a ser escritos, una plataforma de membresía que estoy construyendo y que va a salir pronto … Tantas cosas buenas que serán compartidas a su debido tiempo.

Gracias por estar aquí  (si todavía estás leyendo te debo un abrazo y una rebanada de pastel de limón).

¡Salud amigos!. Y, por favor, si consigues el set, comparte las fotos, me encantaría ver estos sets de cajas en la naturaleza y saber si las paletas de colores son útiles. ¡Sólo tienes que etiquetarme en IG!

Besos,

Becca

 

Set de Rebecca Green en Artemiranda, aquí.

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