La comodidad a la hora de pintar al aire libre es fundamental. Una buena estabilidad en nuestro caballete, que este sujete adecuadamente nuestro soporte, una buena organización para transportar nuestros utensilios de pintura y el espacio necesario para todos los gadgets, nos facilitará y nos agilizará el trabajo.
Cuando hablamos de caballetes de campo encontramos multitud de formatos: caballetes y aparatosas cajas de madera, metálicos y últimamente se están imponiendo las pochade box o cajas de guerrilla. La idea de estas cajas es la de aunar comodidad, ligereza, estabilidad y, además, organizar todos nuestros utensilios de pintura, tales como pinceles, pinturas, paleta, etc. Normalmente son cajas pequeñas, fáciles de transportar, con soporte para pequeños paneles de madera o blocs de papel, algo de pintura y pinceles.
Hoy os presentamos las nuevas cajas U-go de la marca New Wave. Un producto fabricado en Pensilvania EEUU de una altísima calidad. Realizadas totalmente a mano. En este caso vamos a analizar la caja 28 x 37 cm que nos permitirá trabajar con lienzos de 35 cm de tamaño máximo. Aunque disponen de otros 2 tamaños, 15 x 20 cm y 21 x 28 cm, de igual construcción y materiales.
El packaging de la caja es de un cartón robusto que nos hace presagiar que vamos a encontrarnos con un producto que cuida mucho la estética y de altísima calidad. La caja de abedul báltico se siente suave al tacto, pulida, ligera y a la par recia. La madera es lijada a mano, a la que se le da un acabado especial y patentado por New Wave que le confiere resistencia al agua y a los disolventes. Sorprende su pequeño grosor de unos 3 cm que la convierte en una caja sumamente portable y ligera.
La apertura de la caja y el juego de las bisagras metálicas de fricción es suave, manteniendo la presión justa para poder atacar sobre la superficie con el pincel y no abatirse. Hallamos en su interior una paleta plástica de buena superficie, que gracias a su juego de imanes podremos retirar por completo de la paleta para limpiarla sin ningún tipo de problema. Y este es uno de los aciertos de las cajas New Wave, los imanes. Mediante juegos de imanes podemos incorporar nuevos elementos a nuestra caja tales como porta pinceles o extensores para poder trabajar con lienzos más grandes. Por no hablar de las posibilidades de customización para incorporar nuestros propios gadgets.
En la parte posterior e inferior encontraremos el anclaje de tornillo 1/4 para cualquier soporte para cámara fotográfica, ya sea de la propia marca o de cualquier trípode que tengamos. Su fijación a la caja es sumamente firme y fiable. Colocar la caja en el soporte del trípode es muy sencillo, simplemente ajustamos la zapata el tornillo y posteriormente la colocamos sobre el trípode.
El anclaje de los lienzos y soportes es regulable mediante el citado sistema de imanes, adaptándose con rapidez a los cambios de lienzo. Los anclajes metálicos presentan unos filos dentados que permiten fijar a la perfección tanto tablillas como lienzos de un grosor considerable.
Si debemos sacar un pero a este producto es que sacrifica el espacio para la pintura y la materia, en pro del bajo peso y espesor de la caja. Es decir, no contamos con un espacio adecuado o hondo para mantener en la paleta los colores frescos. Por lo que deberemos limpiar la paleta tras cada uso, o al menos, antes de cerrarla.
Este tipo de cajas son ideales para el trabajo de campo, con una caja del tamaño de un ordenador portátil y un trípode, todo en una pequeña mochila con cuatro aperos más, podemos salir a realizar trabajo en la naturaleza con sencillez. Incluso en sus versiones más reducidas pueden ser un buen compañero para el viajero y el trabajo de pequeñas piezas. Pero no reduzcamos su uso únicamente al aire libre. Son un complemento ideal para los pintores del natural en el taller, ya sea de bodegón o de figura. Pues en un pequeño espacio que contiene lienzo, pinceles, paleta y colores. Permitiendo aproximarnos con sencillez a cualquier motivo que queramos representar. Muy útil para sesiones del natural en grupo. Pero también, y como es mi caso, pueden disfrutarse en un pequeño rincón del atelier para realizar trabajos pequeños, de corta o larga duración al que puedas acudir entre obras de mayor calado o premura. O incluso sin caballete sobre la mesa de nuestro estudio para los que trabajan y pintan sentados.
En definitiva y como conclusión , nos encontramos ante un producto de altísima calidad. Muy cuidado en su estética y terminaciones, elaborado en materiales seleccionados de categoría. Su bajo peso y grosor la hacen perfecta para “movernos” con ella allí donde necesitemos. Sumamente útil para cualquier pintor o pintora tanto si decide trabajar en su casa o taller, como si decide trabajar al aire libre.
Artemiranda
Start the conversation